Ella, dice la palabra que después de ayunar
se ponía sus ropas reales que la identificaban como la reina y buscaba estar
frente al rey para exponer su causa, durante el periodo de ayuno los creyentes
nos conectamos con Dios, con su voluntad, con su Espíritu, nuestro corazón esta
sensible a su voz, estamos receptivos, es un tiempo donde nos mantenemos en
santidad, ya que nuestra carne es sujetad al espíritu, Ester sabia que estando
en este ambiente de intimidad con Dios, tenia todo a su favor.
Ella tomaba su vestidura de reina que la
identificaba de las demás mujeres, ella hacia uso de su identidad legal, el rey
al verla vestida como la reina que era estaba supuesto a dejarla llegar hasta
su presencia ya que la sola vestimenta la identificaba como una de sus intimas.
Nosotras debemos aprender de Ester, cuando
las dificultades llegan a nuestra vida, no podemos ser insensatas y abrir
nuestro corazón a cualquier persona, debemos identificar bien a quien le
confiamos nuestros asuntos, nuestros sentimientos, nuestras quejas, nuestras
peticiones, debemos saber que solo a nuestro Rey de Reyes podemos confiarle
todo lo que somos, y que de El es de quien obtendremos el favor, pues de
prepararnos y buscarlo en intimidad, debemos vestirnos nuestras ropas reales,
demos quitarnos esas ropas de queja, de mal humor, de desanimo, de temor, de
cobardía, de indignidad, de rechazo, de baja estima, de persecución, de duda,
por que estas no son ropas que nos hacen identificarnos como sus hijas,
nosotras debemos ponernos las ropas reales que nos dan identidad como sus
intimas, debemos exponer nuestras peticiones con animo, seguridad, valentía,
esfuerzo, dignidad, con esa certeza de que somos sus hijas, no como si fuéramos
a pedir una limosna sin estar segura de que se nos dará, sino como una que sabe
con seguridad que pedirá y recibirá conforme a la voluntad de su Rey y Señor.
Animo hermana, ponte tus ropas reales y
preséntate ante El Rey de Reyes hoy!
Padre el día de hoy deseamos aprender de
Ester, queremos estar vestidas de la identidad legal que hemos obtenido como
tus hijas, con esa seguridad plena de que tu escuchas nuestras palabras y obras
en favor nuestro, deseamos también mantenernos en santidad a través de la
búsqueda de tu rostro, lectura de tu palabra y permaneciendo en intimidad
contigo, ayúdanos a ser sabias para poder ver tus propósitos cumplidos en cada
una de nosotras. En el nombre de tu hijo Jesús te lo pedimos y te damos gracias
por que tu siempre nos escuchas, AMEN