Hay una ilusión que la mayoría de las
mujeres comparten y es la de experimentar la maternidad, algunas jugamos a ser
mamas desde pequeñas, utilizando una muñeca como si fuera nuestra hija, y
cuando llegamos a formalizar nuestra relación de noviazgo y nos comprometemos
en matrimonio tenemos la esperanza de que pronto el juego de la infancia se convertirá
en realidad.. posiblemente pasa un mes, dos meses o 6, y un dia te encuentras
con la noticia mas bella de tu vida “estas embarazada” yo se lo que sientes,
piensas en todo y en nada, quisieras salir corriendo y gritar por la calle “Voy
a ser mama” un sentido de cuidado propio empieza a crecer junto con ese bebe en
tu vientre, posiblemente lo miras en el ultrasonido y es apenas un puntito que
se visualiza con mucha imaginación en la pantalla!! Pero tú sabes que es tu
bebe, no tiene forma de nada pero tú ya te lo imaginas entre tus brazos..
Posiblemente pasan 2 o 3 meses, o incluso
algunos más, y en algún momento durante tu chequeo parece que algo no va bien, tu
doctor se mira menos animado que en otras ocasiones, y ni siquiera escuchas el
tan esperado latido del corazón mientras pasan el transductor de la máquina de
ultrasonido sobre tu vientre, y posiblemente piensas “está apagado quizás” pero
después de que pasan dos o tres personas haciendo el mismo procedimiento la inevitable
noticia llega “no se escucha el latido del corazón de su bebe”
Lo siguiente que sientes es indescriptible,
no existen palabras para explicar ese sentimiento de pérdida que hay en tu corazón..
te preguntas si hiciste algo mal, si la culpa es tuya o de los doctores,
incluso piensas que talvez ellos se equivocaron, que ellos por error te dan ese
diagnóstico.. Quieres escuchar todo menos que tu bebe no llegara nunca a estar
entre tu pecho…
Es difícil, y al pasar de los días, puede
que le preguntes a Dios “¿qué paso?” y no tengas respuesta, incluso ni siquiera
estas segura de querer una explicación, solo deseas que ese momento no esté
pasando en realidad.
No son pocas las mujeres que han
experimentado esta historia, algunas de esta forma y otras de alguna otra
manera, pero al final sus bebes no están con ellas, no han podido ver sus
rostros, ni siquiera pueden imaginarlos realmente, solo se crean imágenes de
los momentos que pudieron haber pasado juntos.. y como si el dolor fuera poco,
no falta la imprudencia de alguien que se acerca y te diga “siento mucho tu
perdida” “lamento que hayas perdido a tu bebe”
y en verdad llegas a considerar que has perdido a ese ser, te sientes tan vacía que lo crees,
pero lo que tu ignoras es que no has perdido nada, porque en Dios no hay
perdidas, en El todas las cosas son eternas, para siempre, y tu bebe no es la excepción,
es verdad que él nació dormido, pero el
no dejo de existir, él está en un lugar con Cristo, y en su tiempo estarás con
el tú también, lo veras, no tendrás que vivir imaginando con era, sino que
cuando tú también pases a la presencia del Señor allá lo encontraras..
Mujer tú no has pedido nada, la palabra de
Dios, dice “todas las cosas obran para bien a los que en El, creen” y este
momento que estas atravesando aunque es difícil, también obra para bien, te
aseguro que por ahora no lo puedes ver de esa manera, pero cuando pase el
tiempo (años tal vez) agradecerás al Señor por lo que estás viviendo o por esa
experiencia que viviste, y dirás con plena confianza “Gracias Señor porque así tenía
que haber sido, tú no te equivocas, gracias por ello”
Créeme que lo agradecerás, y el tiempo que
te tome hacerlo, dependerá de la relación que tengas con Cristo, entre más
relacionada estés con El, menos tiempos te llevara el reconocer el plan que El
tenia.
Hoy el Señor te dice: ya no derrames tus lágrimas,
tú no has perdido a tu bebe, ni tampoco yo te he quitado nada, viene el tiempo
en que lo veras, aunque por ahora te es oculto, pero en su tiempo te
encontraras con él en mi eternidad. No guardes rencor contra mí, pues soy tu
Padre que te amo y tengo cuidado de tu vida, tu no miras lo que yo miro, porque
tu estas limitada por el tiempo, pero en mi eterno presente yo ya he visto tu bendición,
y pronto te gozaras, y con amor me dirás “Gracias papa”
Si hoy recibes mi sanidad te arranco de raíz
ese dolor que tienes en tu corazón, está bien si me dices con tu voz que te dolió
lo que paso, yo también comprendo lo que es el dolor, abre tus labios, está
bien, dime lo que sientes, sé que te duele aun hablar, sé que en tu garganta
sientes algo que te impide expresarte, pero yo en este mismo momento lo quito
de allí, ya no más tu corazón triste estará, sino más bien yo gozo en ti he de
depositar.
TE AMO, Y TE ESPERO AL LADO DE EL.