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miércoles, 1 de junio de 2016

No lo perdiste, él te espera en el cielo

Hay una ilusión que la mayoría de las mujeres comparten y es la de experimentar la maternidad, algunas jugamos a ser mamas desde pequeñas, utilizando una muñeca como si fuera nuestra hija, y cuando llegamos a formalizar nuestra relación de noviazgo y nos comprometemos en matrimonio tenemos la esperanza de que pronto el juego de la infancia se convertirá en realidad.. posiblemente pasa un mes, dos meses o 6, y un dia te encuentras con la noticia mas bella de tu vida “estas embarazada” yo se lo que sientes, piensas en todo y en nada, quisieras salir corriendo y gritar por la calle “Voy a ser mama” un sentido de cuidado propio empieza a crecer junto con ese bebe en tu vientre, posiblemente lo miras en el ultrasonido y es apenas un puntito que se visualiza con mucha imaginación en la pantalla!! Pero tú sabes que es tu bebe, no tiene forma de nada pero tú ya te lo imaginas entre tus brazos..

Posiblemente pasan 2 o 3 meses, o incluso algunos más, y en algún momento durante tu chequeo parece que algo no va bien, tu doctor se mira menos animado que en otras ocasiones, y ni siquiera escuchas el tan esperado latido del corazón mientras pasan el transductor de la máquina de ultrasonido sobre tu vientre, y posiblemente piensas “está apagado quizás” pero después de que pasan dos o tres personas haciendo el mismo procedimiento la inevitable noticia llega “no se escucha el latido del corazón de su bebe”

Lo siguiente que sientes es indescriptible, no existen palabras para explicar ese sentimiento de pérdida que hay en tu corazón.. te preguntas si hiciste algo mal, si la culpa es tuya o de los doctores, incluso piensas que talvez ellos se equivocaron, que ellos por error te dan ese diagnóstico.. Quieres escuchar todo menos que tu bebe no llegara nunca a estar entre tu pecho…
Es difícil, y al pasar de los días, puede que le preguntes a Dios “¿qué paso?” y no tengas respuesta, incluso ni siquiera estas segura de querer una explicación, solo deseas que ese momento no esté pasando en realidad.

No son pocas las mujeres que han experimentado esta historia, algunas de esta forma y otras de alguna otra manera, pero al final sus bebes no están con ellas, no han podido ver sus rostros, ni siquiera pueden imaginarlos realmente, solo se crean imágenes de los momentos que pudieron haber pasado juntos.. y como si el dolor fuera poco, no falta la imprudencia de alguien que se acerca y te diga “siento mucho tu perdida” “lamento que hayas perdido a tu bebe”  y en verdad llegas a considerar que has perdido  a ese ser, te sientes tan vacía que lo crees, pero lo que tu ignoras es que no has perdido nada, porque en Dios no hay perdidas, en El todas las cosas son eternas, para siempre, y tu bebe no es la excepción, es verdad que él nació dormido,  pero el no dejo de existir, él está en un lugar con Cristo, y en su tiempo estarás con el tú también, lo veras, no tendrás que vivir imaginando con era, sino que cuando tú también pases a la presencia del Señor allá lo encontraras..
Mujer tú no has pedido nada, la palabra de Dios, dice “todas las cosas obran para bien a los que en El, creen” y este momento que estas atravesando aunque es difícil, también obra para bien, te aseguro que por ahora no lo puedes ver de esa manera, pero cuando pase el tiempo (años tal vez) agradecerás al Señor por lo que estás viviendo o por esa experiencia que viviste, y dirás con plena confianza “Gracias Señor porque así tenía que haber sido, tú no te equivocas, gracias por ello”
Créeme que lo agradecerás, y el tiempo que te tome hacerlo, dependerá de la relación que tengas con Cristo, entre más relacionada estés con El, menos tiempos te llevara el reconocer el plan que El tenia.

Hoy el Señor te dice: ya no derrames tus lágrimas, tú no has perdido a tu bebe, ni tampoco yo te he quitado nada, viene el tiempo en que lo veras, aunque por ahora te es oculto, pero en su tiempo te encontraras con él en mi eternidad. No guardes rencor contra mí, pues soy tu Padre que te amo y tengo cuidado de tu vida, tu no miras lo que yo miro, porque tu estas limitada por el tiempo, pero en mi eterno presente yo ya he visto tu bendición, y pronto te gozaras, y con amor me dirás “Gracias papa”
Si hoy recibes mi sanidad te arranco de raíz ese dolor que tienes en tu corazón, está bien si me dices con tu voz que te dolió lo que paso, yo también comprendo lo que es el dolor, abre tus labios, está bien, dime lo que sientes, sé que te duele aun hablar, sé que en tu garganta sientes algo que te impide expresarte, pero yo en este mismo momento lo quito de allí, ya no más tu corazón triste estará, sino más bien yo gozo en ti he de depositar.


TE AMO, Y TE ESPERO AL LADO DE EL.

1 comentario:

  1. Yo perdí a mi bebé a las 14 semanas, un varón, y sólo me queda agradecer a Dios por habérmelo enviado, fue poco tiempo pero fue y siempre estaré agradecida

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