Como ya sabemos, existen diferencias entre como el hombre y la mujer experimentan el amor. Para la mujer un ramo de rosas, un par de lineas escritas en un papel, una cena con luz tenue, y un hombre cariñoso, amoroso y expresivo en sus sentimientos, puede significar amor, mientras que para un hombre esos detalles podrían no ser necesarios cuando se trata de recibir amor, ya que el hombre necesita un elemento clave para sentirse amado por su esposa y es el respeto.
La palabra nos habla del amor que Sara le entregaba a su esposo Abraham, y nos dice que ella era obediente y lo respetaba de tal manera que lo llama "señor"... para aquellas mujeres que no encuentran satisfacción en obedecer a Dios y su palabra, verán este acto de amor poco llamativo, incluso hasta podrán burlarse de la actitud de Sara, pero para aquella esposa temerosa de Dios, que desea con todo esmero cumplir con la voluntad del Padre, imitar a Sara sera un propósito que cumplir, se convertirá en su deseo cada día, y practicará el respeto hacia su esposo cada vez que le sea posible, y si no esta totalmente segura de qué es lo que debería de hacer para mostrarle su amor a través del respeto y la obediencia, buscará información, a través de la palabra, de la investigación, de la mentoria de otras mujeres; y su deseo por ser ¡Hija de Sara, se cumplirá!
Oración:
Señor ayúdame a ser una esposa como Sara, que pueda obedecer a mi esposo sin ningún temor a ser menospreciada, o desvalorizada, mas bien, dame la seguridad de que al hacerlo, al respetarlo, yo recibiré de el, el amor que tanto ansío."
"Por ejemplo, Sara obedecía a su esposo, Abraham, y lo llamaba «señor». Ustedes son sus hijas cuando hacen lo correcto sin temor a lo que sus esposos pudieran hacer."
1 Pedro 3:6
Karla Lopez
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